Seguridad de escaparate en Alcobendas: luces azules para la foto, no para proteger a los vecinos.
27/07/2025
Viernes, 25 de julio, 16:40 h. Plaza de La Moraleja. A plena luz del día, con el calor pegando fuerte y apenas cuatro almas paseando, la Policía Local monta un despliegue espectacular de control de alcoholemia: dos coches patrulla, conos, luces encendidas, agentes apostados como si esperaran una invasión… Todo ello frente a restaurantes tranquilos y con escasa clientela. Un escenario más digno de una película que de una intervención policial necesaria.
La pregunta es sencilla: ¿de verdad esto es prioritario? ¿Realmente Alcobendas necesita destinar sus limitados recursos policiales a montar un control en una zona tranquila, en plena hora valle, donde apenas circulan vehículos? Porque lo que parece, visto desde fuera, es que alguien dio la orden de montar una bonita escenografía para la foto. Una imagen vistosa, con luces azules y presencia policial, ideal para presumir de “seguridad” sin mover un dedo por los problemas reales que sufrimos en nuestros barrios.
No, no estamos en contra de los controles de alcoholemia. Faltaría más. Todos sabemos que salvan vidas y que son fundamentales. Pero precisamente por eso, hay que hacerlos con cabeza, con eficacia y con verdadero sentido de la prevención. No como parte de una operación de marketing político, que es en lo que se ha convertido la seguridad ciudadana en Alcobendas.
Y mientras tanto, ¿qué pasa en el resto de la ciudad? Pues lo que pasa es lo de siempre: vecinos que no ven una patrulla ni por casualidad, barrios donde la sensación de inseguridad crece, zonas comerciales donde el vandalismo y los pequeños hurtos se toleran con resignación, y muchas familias que ya ni se molestan en llamar a la policía porque saben que no vendrá nadie. Eso no sale en la foto, claro.
Porque lo que sí sale en la foto, y eso es lo que importa al PP que gobierna Alcobendas, es un control perfectamente montado, con sus coches bien alineados y los conos en su sitio. Todo muy aparente, todo muy de escaparate. Eso sí, en el lugar donde menos molestan y más lucen: La Moraleja. ¿Dónde si no? Que no falte el decorado, que no falte la pose. Lo de menos es si el control sirve para algo.
Esto no es un error puntual, es un modelo. Un modelo de gestión política basada en el “parece que hacemos algo”, en colocar agentes donde se les vea mucho, aunque no sirva de nada. Un modelo donde la seguridad se convierte en teatro y los ciudadanos en espectadores de una obra absurda, financiada con nuestros impuestos y ejecutada con nuestros recursos.
Mientras tanto, la inseguridad cotidiana se normaliza. La falta de vigilancia ya no sorprende. Los vecinos se resignan a la dejadez. Y lo peor es que la alcaldesa y su equipo lo saben perfectamente, pero prefieren invertir en imagen, en propaganda, en escenitas como la del viernes. Les importa más salir bien en la foto que garantizar la seguridad en las calles.
Desde ALCOBENDAS SIN MÁS lo decimos alto y claro: basta de usar la seguridad para hacer política barata. Basta de despliegues inútiles que solo sirven para justificar lo injustificable. Los vecinos no queremos postureo policial, queremos seguridad real. Queremos que los agentes estén donde se les necesita, no donde queda bien tenerlos.
Porque la seguridad no es un atrezzo. Es un derecho. Y cuando se usa para la propaganda, se convierte en un engaño.
Jesús Ulloa
Presidente de Alcobendas Sin Más