Los Carriles-Valgrande: 20 años de incompetencia política y dogmatismo ecologista que condenan a Alcobendas

El desarrollo de Valgrande, antes llamado Los Carriles, es el mayor símbolo de la parálisis política y del sectarismo ideológico que lleva dos décadas hipotecando el futuro de Alcobendas.

23/06/2025
Carriles-Valgrande

En este tiempo, ni los incompetentes del PSOE, PP y Ciudadanos han sido capaces de sacar adelante un proyecto urbanístico esencial para la ciudad. Y no por falta de medios o voluntad ciudadana, sino por incapacidad, falta de liderazgo y posturas enfrentadas por intereses que desconocemos, pero nos los imaginamos. Este desarrollo lleva planificándose desde principios de siglo: 8.600 viviendas previstas, más de la mitad protegidas, con el objetivo de dar acceso a un hogar a más de 25.000 ciudadanos, entre ellos jóvenes sin opciones, divorciados que no pueden seguir viviendo cerca de sus hijos y mayores que desean envejecer en su ciudad. Hoy, todo sigue paralizado. Aquí están “en el ajo” Ecologistas en Acción, PP, PSOE y el antiguo Ciudadanos. La culpa:

1. Por la incompetencia de alcaldes y concejales.

Durante 20 años, el proyecto ha pasado por las manos del PSOE, del PP y de Ciudadanos con la dejadez y estupidez que les caracteriza. Han sido incapaces de trabajar juntos, de llegar a acuerdos, de defender el interés general frente al ruido ideológico. Mientras se llenaban la boca hablando de acceso a la vivienda, ni uno solo de ellos ha tenido el coraje de sacar adelante Valgrande. Más bien al contrario: ha primado el cálculo electoral, la cobardía institucional y el tacticismo político más rastrero. Ni Más Madrid, ni VOX han intentado solucionar la situación aunque ahora mismo no podrían hacer nada aparte de opinar porque son completamente irrelevantes en Alcobendas al no sumar sus concejales por la mala campaña electoral que realizaron en las pasadas elecciones municipales. Rocío García Alcántara, Aitor Retolaza, Rafael Sánchez Acera e Ignacio García de Vinuesa. Los ciudadanos de Alcobendas, en manos de los peores políticos y secuestrados por los “ecolojetas”. Vagancia, sectarismo y estupidez a raudales.

2. Por la presión de un ecologismo radical y desconectado de la realidad.

Ecologistas en Acción de Alcobendas y la Plataforma Salvemos Los Carriles, han convertido esta zona en su campo de batalla ideológica. En lugar de buscar un equilibrio entre desarrollo urbano y protección medioambiental, se han aferrado al dogma de que es mejor conservar conejos, mariposas y encinas dispersas que permitir que miles de ciudadanos puedan vivir dignamente. Su mensaje es claro: que se queden los conejos y los escarabajos peloteros, pero que no entren los nuevos vecinos. No solo han recurrido a los tribunales. Han entorpecido todo el proceso con recursos, manipulaciones y campañas de intoxicación, tratando de convertir una actuación planificada y equilibrada en un supuesto “atentado ecológico”.

3. Por la absoluta falta de voluntad de ambas partes para sentarse y pactar una solución razonable.

Los distintos alcaldes que ha gobernado Alcobendas no han sabido sentar a todos los actores en una mesa de trabajo y negociación. Por su parte, los ecologistas no han querido aceptar que el urbanismo también es una herramienta de justicia social. Nadie ha puesto sobre la mesa una solución viable que equilibre conservación con desarrollo, que respete el entorno y también la necesidad de vivienda. ¿Tan difícil era acordar un modelo de urbanización que integre parques, sendas ecológicas, techos verdes y baja densidad? Esto es lo que pasa cuando mezclas intereses económicos, estupidez urbana y odios entre partidos: el perjuicio total al ciudadano.

4. Las repercusiones para el ciudadano de Alcobendas.

  • Jóvenes expulsados de su propia ciudad por falta de vivienda.
  • Alquileres imposibles.
  • Familias que se rompen y no pueden rehacerse cerca de los suyos.
  • Mayores atrapados en viviendas que ya no pueden mantener.

Y todo porque ni nuestros políticos se entienden, ni los ecologistas escuchan, ni el sistema funciona. Estamos en manos de personas que en una empresa privada no tendrían ningún futuro. Vergonzoso.

Valgrande podría haber sido ya una realidad. Y sin embargo, sigue siendo un solar inmenso lleno de promesas incumplidas, errores administrativos, recursos judiciales y fauna salvaje. Una postal perfecta del fracaso colectivo.

Desde Alcobendas Sin Más exigimos:

  • La aprobación inmediata del desarrollo Valgrande con garantías de equilibrio ambiental, pero sin chantajes ideológicos.
  • Un acuerdo realista entre Ayuntamiento, Junta de Compensación y organizaciones sociales que incluya urbanismo verde, vivienda accesible y protección del entorno.
  • Y, sobre todo, una política que deje de vivir del pasado y se atreva a construir futuro.

En Alcobendas no falta suelo para edificar viviendas: lo que falta es vergüenza, liderazgo y compromiso.

Sergio Martínez Herrero

🡄 Anterior Actualidad Siguiente 🡆