Diez mujeres agredidas, y el gobierno del PP de feria
Mientras la criminalidad se dispara otro 6,5 % en Alcobendas, el Ayuntamiento organiza la feria más larga de su historia sin mover un dedo ante el aumento de agresiones sexuales, homicidios y delitos relacionados con las drogas.
17/05/2025
Alcobendas: la ciudad desprotegida por la inacción política
La feria de Alcobendas ya está en marcha. Más días que nunca. Más casetas, más luces, más selfies. Más de todo. Las redes del Ayuntamiento echan humo con las fotos de rigor: Marta Martín, alcaldesa en funciones por el PP, y María José Ortiz, concejal de Cultura, posan sonrientes durante la inauguración. Aplausos, aplausos, aplausos.
Pero mientras ellas brindan, en diez hogares de esta ciudad no hay nada que celebrar. Diez mujeres han sido víctimas de delitos contra la libertad sexual en los tres primeros meses del año. Diez agresiones sexuales registradas oficialmente. Una cifra que hiela la sangre. Una cifra que se arrastra en silencio porque, desde el Ayuntamiento, no ha habido ni un comunicado. Ni una rueda de prensa. Ni un minuto de reflexión. Y mucho menos un plan.
En el mismo periodo, según datos del Ministerio del Interior, la criminalidad en Alcobendas ha aumentado otro 6,5 %. Justo lo mismo que subió durante todo el año 2024. Ya no es un hecho aislado. No es un susto puntual. Es una tendencia. Y es preocupante.
En estos primeros meses del año, además de las agresiones sexuales, ha habido un homicidio. El tráfico de drogas ha crecido un 30 %. La cibercriminalidad sube un 18,8 %. Las estafas informáticas aumentan un 16 %. Y lo peor: todo eso ocurre mientras la plantilla de la Policía Local sigue sin refuerzos, sin dirección clara, sin estrategia. Lo denunciamos hace semanas. Nadie respondió. Nadie desmintió nada. Porque todos lo saben. Porque es evidente. Porque en Alcobendas ya no se puede esconder la inseguridad debajo de la alfombra.
No hace falta ser un experto. Basta con salir a la calle. Basta con vivir aquí. Basta con hablar con los vecinos, como hacemos cada día desde Alcobendas Sin Más. Basta con recorrer los barrios donde no llegan ni las visitas institucionales ni las notas de prensa. Basta con mirar.
Los grafitis cubren paredes enteras. Las calles se ensucian más de lo que se limpian. Hay parques que al caer la tarde están vacíos de mayores. Gente mayor que ya no se siente segura para tirar la basura. Vecinos que bajan la mirada cuando pasan ciertos grupos por la acera. Jóvenes sin alternativas, sin recursos, sin rumbo, que se agrupan a las puertas de centros cerrados o en esquinas mal iluminadas.
La ciudad, poco a poco, se va deshilachando. Y el miedo —ese que no se mide con estadísticas pero que todo el mundo nota— empieza a instalarse. No es paranoia. Es experiencia compartida. Es la sensación de que algo no está funcionando y nadie quiere hablar de ello.
Y mientras aquí las cosas se agravan, a escasos kilómetros, en San Sebastián de los Reyes, la criminalidad ha bajado un 17,6 % en este mismo primer trimestre. En Colmenar Viejo también han logrado reducirla. ¿Qué han hecho diferente? ¿Tienen más dinero? No. ¿Han tenido más suerte? Tampoco. Lo que han tenido es voluntad política. Gestión. Sentido de responsabilidad.
En Alcobendas, en cambio, lo que hay es propaganda. Y postureo. El Partido Popular gobierna esta ciudad con un presupuesto de más de 220 millones de euros. Y ni con ese músculo financiero consigue lo más básico: garantizar que las mujeres puedan caminar sin miedo, que los mayores salgan a la calle con tranquilidad, que los delitos no se disparen mientras suena la música de fondo en el recinto ferial.
Porque mientras la alcaldesa titular, Rocío García Alcántara, permanece de baja maternal —una situación absolutamente respetable—, la ciudad sigue viva. Sigue su curso. Y también sigue su deterioro. Y cuando las cosas van mal, no vale esconderse detrás de una ausencia. La responsabilidad no se delega. La seguridad no se puede aplazar.
Las víctimas no pueden esperar. Los barrios tampoco. Y quienes vivimos aquí, menos aún.
Esto no va de partidos. No va de ideología. Va de respeto. De empatía. De tener la decencia de mirar de frente a los problemas y dejar de fingir que no pasa nada mientras se encienden las luces de feria.
Diez mujeres han sido agredidas sexualmente en tan solo tres meses. Un homicidio. Más droga. Más miedo. Más silencio. Nadie ha dimitido. Nadie ha pedido perdón. Nadie ha anunciado refuerzos.
Alcobendas merece mucho más que este espectáculo permanente de sonrisas oficiales y silencio institucional. Merece un Ayuntamiento que escuche. Que actúe. Que deje de vivir de espaldas a su gente. Porque una ciudad que no protege a sus mujeres, que no cuida a sus mayores, que no responde ante el miedo de sus barrios… es una ciudad que está fallando. Y quien la gobierna, todavía más.
Jesús Ulloa
Presidente de Alcobendas Sin Más